Sólo será posible llegar a la liberación social erradicando el sexismo. -KurtCo

Conduciendo...

sábado, 19 de junio de 2010

¿Hacemos chistes de lo que creemos o nos creemos los chistes?

La red está llena de "demostraciones" de que las mujeres conducimos peor. Que nos maquillamos mientras conducimos. Que nos paramos en mitad de las intersecciones.

Sin embargo, la realidad es que un seguro de coche cuesta menos, en igualdad de condiciones, a una mujer que a un hombre, por la sencilla razón de que nos la pegamos menos. Aunque, por supuesto, para cada cosa buena que tenemos las mujeres como grupo, sale algún machista ofendido que excusa que somos más prudentes por biología, por proteger a nuestras crías, que somos bondadosas por naturalea, o que conducimos coches menos potentes.

Pero la realidad no deja de ser la realiad: nos la pegamos menos.

Y no sólo eso. Conducimos bien. Ya he dejado de contar la de tías que veo al volante de coches pequeños, grandes, potentes, sencillos. Tías que me adelantan porla autovía, tías que van lentas de narices, tías que me ponen histéricas, tías con las que me pico, tías que me dan ganas de casarme con ellas tras 0.15 segundos de contacto visual y de haberme enamorado su forma de conducir.

A la vez, ya he dejado de contar la de tíos que se sacan los mocos mientras les adelanto. La de tíos lentos que salen de intersecciones con ceda el paso, que me veían llegar, y me hacen frenar la marcha para no estamparme contra ellos. La de tíos que necesitan 80 maniobras para aparcar. La de tíos que casi me arrancan el retrovisor al adelantarme.

¿Conclusión personal? Al margen de lo que diga el populacho, y sin haber consultado ni un sólo estudio científico que mida las cualidades de conducción de uno y otro sexo, en mi experiencia me he topado con GENTE que conduce bien, y GENTE que conduce mal.

Empeñarnos en hacer guerra de sexos es lo más contraproducente del mundo, y en realidad no hace más que acentuar la falta de horizontes de quien se empeñe.

Imagen de Kazik-Na-Zywo

El amor y las expectativas

domingo, 13 de junio de 2010

¿Sabemos querer? ¿Sabemos de qué va esto del amor? ¿A caso impota?

Tradicionalmente esperamos un@s de otr@s que no nos metamos en la cama de nadie hasta el matrimonio, y entonces meternos en la cama con la misma persona cada noche hasta el día en que el cuerpo no aguante o que algún tren descarrile los latidos de nuestro corazón.

Pero, ¿somos así? ¿Funcionamos en base a esos valores?

La realidad me dice que no. Que los que son monógamos son los patos. Los pingúinos. Una especie de ratón de la pradera.

Pero no nosotros.

Por una sencilla razón: si fuéramos monógamos, lo seríamos. Las parejas no se romperían. Las infidelidades no existirían. Los hombres con harenes tampoco.

No. Somos. Monógam@s.

Método científico (recordemos que esto es un artículo de opinión y me tomo mis licencias): falseémos. Teniendo como hipótesis "la especie homo sapiens sapiens es monógama", ¿se puede falsear? Sí. ¿Sómos monógam@s siempre y en toda situación y lugar? No. 

Hecho. No. Somos. Monógam@s.

Tenemos la expectativa de que cuando mantienes una relación amorosa/sexual con una persona, no debes mantener otras paralelas. ¿Por qué?

No digo que obvie el tinglao tal cual está montado. Las infidelidades nos duelen. Por naturaleza o por cultura, ¿qué más da? La realidad es que nos duelen. No os invito a ser infieles. Simplemente pregunto, ¿por qué?

Yo quiero a una madre y quiero a un padre. Quiero a dos hermanos y a dos hermanas. Quiero a amigas y a amigos. Y también puedo querer a más de una pareja.

Que yo sea así es fruto de que pongo en práctica mi libertad. De que me he dado el tiempo y el espacio de seguir lo que me pedían la mente y el cuerpo. A veces sale mal y aprendo que por ciertos caminos es mejor no transitar. Pero en general he llegado a estar en paz conmigo misma.

Y que cuando esté con una persona y sea fiel, será un compromiso real y no la falsa expectativa de ser la princesa rosa de un príncipe azul. No será una constante lucha entre lo que creo que tengo que ser y lo que soy. Será aceptar mi persona tal cual y decidir de forma consecuente "vale, miss, yo podría acostarme con ese de ahí, sí, ese apoyado contra la máquina expendedora y que no para de mirarme de arriba a abajo, pero no lo voy a hacer" en vez de un "ay, esto no puede ser, tengo ganas de comerle la boca al tío ese, esto debe de significar que no quiero a mi churri".

Hay tanto libro y tanta tontería ahí fuera, tanto blog y tanta web que intenta explicarte cómo ligárte a la persona de turno, lo que tienes que hacer y lo que no. No hay secretos. Sólo hay que salir al mundo y experimentar, vivir. Pero con libertad.

No digo que no tengáis que escuchar lo que se espera de vosotr@s, porque siempre está bien conocer eso.  Y menos aún sugiero que haya que traicionar los ideales propios. Pero nunca está de más preguntarse si lo que hay ahí fuera es lo que quieres. Si te va eso de ser como tradicionalmente consideramos que hay que ser.

Me encata que seáis libres. Me encanta conocer a mujeres amas de casa tanto como a mujeres business, siempre que sea por vocación. Sin obligaciones ni coacciones ni mentiras. Hombres que hacen punto de cruz o macho mens que eligen seguir o no los roles establecidos. Libremente.

Imágen de tyt2000