Sólo será posible llegar a la liberación social erradicando el sexismo. -KurtCo

Machismo para la infancia: Happy Feet

jueves, 14 de enero de 2010

Hace poco vi Happy Feet, una película que prometía un sinfín de entrañables momentos con grandes carcajadas intercaladas. Al terminar la película no podía creer lo que acababa de ver.

La película empieza con un pingüino inadaptado que es expulsado de su colonia, hecho que le causa tal vergüenza que resulta incapaz de declararle su amor a una pingüina con unos regrandecidos pechos. O sea, nos dan a entender que la muchacha no le querrá por haber sido desterrado, cuando a ella no ha ido nadie a preguntarle su opinión.

Después, nuestro héroe empieza una odisea para recuperar su honor en plan Cid Campeador, y se marcha para encontrar la causa de que los peces estén desapareciendo de las aguas en las que cazan sus congéneres. Pronto se topa con unos pingüinos más pequeños que él que resultan ser latinos. Estos tipos le dan unos consejillos para ligarse a todas las titis del vecindario y le muestran cómo se hace diciéndole algunas cosas realmente dignas de aprender por cualquier infante a unas mozas de buen ver que pasan por ahí. Ellas les terminan rechazando y los señores pingüinos le quitan importancia al asunto diciendo alguna lindeza.

El Cid Pingüino se une a este grupo de pingüinos latinos y se va a ver al Doctor Amor, un rechoncho ejemplar con cresta amarilla rodeado de pingüinas.

Continúa la historia y llega el punto en que la pingüina se presenta en escena queriendo acompañar a nuestro héroe, mostrándole así que quiere estar con él. ¿Qué hace el Cid Pingüino entonces? Pues nada, la manda a freír espárragos. Porque la misión es demasiado peligrosa para una hembra.

¿Qué he aprendido con esta película?
- Que a las mujeres no se les pregunta su opinión ni se respeta cuando la expresan, es el hombre el que sabe cómo y cuándo la chica le puede acompañar y cómo y cuándo podrán formalizar una relación.
- Que cuando un hombre decide que es el momento, basta con lanzarle unos "piropos" cualesquiera a la muchacha que más le convenga. En caso de que ella rechazara una proposición tan tentadora, la acción siguiente es decir algo que le quite valor a la mujer en cuestión.
-Que los individuos gordos rodeados de mujeres atractivas son ejemplos a seguir de nuestra sociedad. No tanto ellas, ¿a quién le importan ellas?
-Que una mujer no puede tener aventuras. Tiene que quedarse en casa a... ¿a qué? Pues a cuidar de los pingüinos de los demás. A eso.

0 comentarios: